ATENCIÓN A TU RESPIRACIÓN
Una de las técnicas más básicas para meditar consiste en dirigir toda tu atención hacia tu respiración. Busca calmarla, inhalando y exhalando suavemente. Concéntrate en la sensación que produce el aire al entrar y salir por tus fosas nasales, así como en la forma en que se infla y desinfla tu pecho. Concéntrate también en la duración de cada respiración, tratando de que tu inhalación sea profunda y tu exhalación larga.
Esta meditación es muy fácil de realizar y es ideal si recién estás iniciando con la práctica. Además, te sirve para liberar estrés del cuerpo físico, soltar tensiones y dejar ir emociones.
Pasos para realizar la meditación:
- Cierra los ojos y toma dos respiraciones profundas, inhalando y exhalando por la nariz.
- Lentamente comienza a traer tu atención a la respiración, inhala profundo y siente cómo el aire ingresa por tu nariz y baja hasta tu abdomen.
- Al exhalar siente cómo el aire sale desde tu abdomen, pasando por tu pecho y saliendo por tu nariz.
- Concéntrate en la sensación que produce el aire al entrar y salir por tus fosas nasales
- Ahora comienza a imaginarte que al inhalar ingresa una luz blanca pura. Esta luz ingresa por tu nariz, pasa por tu pecho y cubre todo tu abdomen. La luz representa la paz, la tranquilidad y el amor.
- Al exhalar, imagínate que sale desde tu abdomen y por tu nariz una capa de humo gris o negro. Este humo representa todas tus tensiones, emociones negativas, preocupaciones o problemas diarios. Permite que salgan completamente y siente como te vas lentamente liberando de ellos.
- Repite esta inhalación de la luz y exhalación del humo unas 10 veces más.
- Una vez que completes unas 10 inhalaciones y exhalaciones, regresa a tu respiración normal, inhalando y exhalando dos veces.
- Lentamente abre los ojos y sonríe